Los tintos de Ribeiro
El Tinto del Ribeiro representa un 10% de la producción de la Denominación de Origen.
Es un vino auténtico, con personalidad propia, que se escapa de las modas. Su gran peculiaridad y calidad, está generando un considerable aumento de su demanda y consecuentemente de su producción.
Visualmente son vivos, de mucha capa y con tonos brillantes de rojo picota, color rojizo morado, casi siempre con intensos reflejos violáceos que denotan su frescor.
A lanariz resultan intensos, elegantes, peculiares y complejos, con predominio de olores afrutados que nos recuerdan a frutas rojas y negras, notas florales de violetas y pétalos de rosa, regaliz, especias, balsámicos…
Amplios y muy expresivos, al paladar con excelente carácter y poderosa carga tánica que los hace estructurados y carnosos; abriéndose y resultando muy intensos y sabrosos, con un punto de acidez que potencia su frescor y equilibrio, terminando, con gran persistencia y recuerdo.
Su graduación está comprendida entre 9,5º e 12º.
Armonizan y ensalzan todo tipo de carnes, quesos, embutidos, ahumados y en general platos de cierta intensidad.
Reconocidos y legendarios, son fruto de las sabias combinaciones de variedades de sus uvas autóctonas. Entre las que se diferencian;
Preferentes tintas: Caíño longo, Caíño bravo, Caíño tinto, Ferrón, Sousón, Mencía y Brancellao.
Autorizadas tintas: Garnacha Tintorera y Tempranillo.
Poseedoras de una acusada personalidad que los hace únicos y peculiares.